Confía en ti, te lo sabes…
Mil veces se ve a opositores que tienen muchos conocimientos, una preparación increíble y unas ganas enormes de sacar su plaza, pero … no tienen seguridad.
Cuando estés delante del examen, respira, concéntrate, piensa en lo que has estudiado, recuerda lo preparado que estás y lánzate a sacar todo tu potencial.
Los primeros minutos son cruciales para que tu cerebro coja confianza y tu actitud ante la prueba sea la correcta, no tengas prisa, ordena tus ideas, deja unos minutos para recapacitar y empieza a redactar.
Está claro que te lo sabes, vas de sobra preparado, no dudes, eres el mejor o la mejor de todos los que están ahí sentados y eso tiene que saberlo el tribunal, así que, fuera miedos y a plasmar esas ideas que has trabajado con tu preparadora durante años.
Es tu momento, puedes y debes disfrutarlo, eso se contagiará a los que lo corrijan y lo harán con una sonrisa en la cara, sabiendo que juzgan a alguien muy preparado, muy seguro y muy capaz de realizar su trabajo.
Así que confía en ti, te lo sabes…